¿QUÉ ES EL VIH?

El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana es un retrovirus que ataca al sistema inmunitario de la persona infectada. El sistema inmunitario es la defensa natural de nuestro cuerpo frente a los microorganismos infecciosos, como las bacterias, virus y hongos capaces de invadir nuestro organismo.

En concreto, el VIH ataca y destruye los linfocitos CD4, que son un tipo de células que forman parte del sistema inmune y que se encargan de la fabricación de anticuerpos para combatir las infecciones causadas por estos agentes externos.

¿QUÉ LE PASA A TU ORGANISMO CUANDO TE INFECTAS?

Los virus no son capaces de reproducirse por sí mismos, necesitan utilizar a otros seres vivos para poder multiplicarse y sobrevivir. Cuando te infectas, el VIH se dirige a sus células diana, los CD4. Cuando encuentra un CD4, el virus se fija a la membrana de la célula y fusiona su cápside con la membrana celular, de modo que ahora puede introducir su material genético para que esta célula se ocupe de reproducirlo (multiplicarlo). Una vez ha comenzado la replicación, sale a sangre y se propaga por todo el cuerpo infectando otras células que también usarán para que multipliquen su material genético.

Cuando esta multiplicación se produce, hay copias del virus circulando por la sangre (el número de copias del virus es lo que se conoce como Carga Viral) y se reduce la cantidad de células CD4 del organismo, que acaba produciendo una deficiencia inmunitaria. En este momento el organismo pierde capacidad defensiva, provocando que la persona que lo sufre tenga más probabilidades de contraer otras infecciones o de desarrollar enfermedades relacionadas con el VIH, conocidas como enfermedades oportunistas. Están provocadas por agentes que, ante sistemas inmunes que funcionan con normalidad, no causan ninguna enfermedad. Solamente cuando el sistema inmunitario está muy debilitado, aprovechan la “oportunidad” para desarrollar infecciones.

Se habla de inmunodeficiencia cuando el sistema inmunitario ya no puede cumplir su función de combatir las infecciones u otras enfermedades.

TRATADOS vs NO TRATADOS

No existe una cura definitiva, por lo que el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica. Con la atención médica adecuada y tratamiento el VIH se puede controlar.

Los medicamentos contra el VIH impiden que el virus se reproduzca (se replique), lo que reduce la carga viral. Al tener menos concentración del VIH en el organismo el sistema inmunitario tiene más posibilidad de recuperarse y aunque no se llega a eliminar del todo el virus del cuerpo, el sistema inmunitario está lo suficientemente fuerte como para combatir las infecciones y ciertos tipos de cáncer relacionados con el VIH. El tratamiento además reduce el riesgo de transmisión del VIH.

El hecho de tratar la enfermedad lo antes posible y la gran evolución que han experimentado los fármacos para el VIH, ha hecho que la esperanza de vida de estos pacientes sea cada vez mayor.

Por el contrario, las personas que no reciben tratamiento permitirán que el virus se extienda por su cuerpo, debilitando gravemente el sistema inmunitario y pudiendo llegar al estadio sida. Además, la carga viral en sangre es elevada y pueden propagar el virus.

VIH ≠ SIDA

VIH y sida no son sinónimos, tener VIH no significa tener sida. Estar infectado por el VIH significa que el virus está en tu organismo multiplicándose, lo que provoca que tu sistema inmunológico se debilite, pero no necesariamente que desarrolles una enfermedad.

El sida (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida) es un conjunto de manifestaciones clínicas que aparecen cuando la inmunodeficiencia que provoca la infección del VIH es muy acusada, y nuestro sistema inmune es incapaz de defender a nuestro organismo. En la historia natural de la infección por VIH, el sida es la etapa más grave, y se caracteriza por la presencia de ciertas enfermedades oportunistas o neoplasias que pueden amenazar la vida del paciente.

¿PUEDO TENER VIH SIN SABERLO?

Sí. No existen síntomas específicos cuya presencia permita confirmar por si misma la existencia de infección por el virus del sida. Es frecuente estar infectado o infectada durante muchos años sin saberlo. La única forma de saberlo es realizándose la prueba del VIH.

¿SE NOTA CUANDO ALGUIEN TIENE VIH?

No. Cuando una persona es seropositiva, es decir, cuando está infectada por el VIH pero se encuentra latente y todavía no ha comenzado a manifestarse, es imposible saber sólo por su aspecto externo si está o no infectada por el VIH. No hay signos externos que indiquen si una persona está o no infectada por el VIH. Muchas personas con VIH no lo saben. Desde que una persona adquiere el virus hasta que aparecen las primeras manifestaciones del sida, puede pasar mucho tiempo, años. Estas personas infectadas por el VIH, aunque no tengan síntomas, pueden transmitir el virus. No hay que olvidar que la ausencia de síntomas no significa que no pueda transmitirlo.

TRANSMISIÓN DEL VIH

¿Cómo se transmite?

Para que se pueda transmitir el VIH han de darse estas tres condiciones:

  1. Presencia del virus.
  2. Fluido con capacidad de transmisión – El VIH está presente en todos los fluidos de las personas infectadas (orina, sudor, lágrimas, saliva…) pero sólo se encuentra en niveles de concentración con capacidad de infectar en la sangre, el semen, el flujo vaginal y la leche materna (ordenados de mayor a menor capacidad de infectabilidad).
  3. Puerta de entrada. Para que se produzca una infección el virus tiene que entrar en el organismo; pasar al torrente sanguíneo. La manera que tiene el virus de entrar en el organismo son las heridas y las mucosas.

¿Cómo no se transmite?

El VIH no se transmite por el contacto con la saliva, las lágrimas, el sudor, las heces o la orina.

Tampoco por utilizar el mismo lavabo y compartir utensilios domésticos como toallas, sábanas, platos y cubiertos.

Ni por acudir a piscinas, saunas y gimnasios.

Otra creencia popular errónea es que se puede transmitir a través de la picadura de insectos, como los mosquitos, o a través de animales domésticos.

Tampoco es cierto que, en países donde existen rigurosos controles en los bancos de sangre, se transmita el VIH a través de transfusiones de sangre.

Y, por supuesto, no se transmite el VIH por abrazar, besar o dar la mano a una persona con el VIH.

LAS PERSONAS CON VIH EN TRATAMIENTO NO TRANSMITEN EL VIRUS

Una persona infectada que toma el tratamiento antirretroviral tendría una carga viral indetectable, insuficiente para transmitir el VIH, por lo tanto el VIH no lo transmiten las personas con VIH que están tratadas.

¿Cuánto tiempo hay que esperar para realizarse la prueba del VIH después de haber tenido una práctica de riesgo?

Para tener la seguridad de que el resultado de la prueba es definitivo, se recomiendan haber pasado 3 meses desde la última práctica de riesgo. Es lo que se conoce como periodo ventana. Este periodo se reduce hasta los 45 días, cuando se trata de la prueba ELISA de cuarta generación.